Esta historia nos fue contado por mi madre cuando mi hermano y yo, éranos niños. Hace muchísimo tiempo atrás en su pueblo de Ayacucho vivieron dos jóvenes que eran enamorados, tanto se amaron que se tomaron de la mano y de rodillas juraron nunca separarse, tal es así, que el día que uno de ellos muriera, la promesa era que regresaría su alma y se lo llevaría al que quedara en vida y de esa manera estaría juntos eternamente. Así estuvieron juntos por buen tiempo; pero cuando sus padres se enteraron, no aceptaron la relación, oponiéndose rotundamente a la relación amorosa ambas familias y, cuyo acuerdo fue separarlos enviándolos a ambos a pueblos muy lejanos, donde nunca más se volverían a ver.
Los enamorados enterados del acuerdo tomado por sus padres, decidieron huir; caminaron una buena distancia sin rumbo llegaron a una cueva donde descansaron y dialogando en lo que les esperaba más adelante se dieron cuenta que no tenían dinero, entonces el chico le dijo, espérame aquí, no séqué tiempo demore, voya regresar a mi casa, están celebrando el cumpleaños de mi mamá y, todos están mareados, entonces voya entrar por la ventanaa la despensa, donde mi papá, guarda el dinero, tomaré un poco para nuestro viaje y regresaré.
El chico al llegar a su casa vio que la fiesta continuaba, sus padres estaban bailando y, sin dudarlo, se dirigió a la ventana de la despensa que quedaba en la parte trasera de la casa, trepó a la ventana y al saltar para bajar dejó caer un poco de tierra de adobe y esto cayó sobre unas latas de aceite, produciendo un ruido, el padre al escuchar tomó una barreta y entró en la despensa pensando que era un delincuente golpeo en la cabeza al hijo que gritaba soy tu hijo pero con la bulla de la música no escuchó el padre. El chico murió instantáneamente.
La chica al ver que no regresó ese día, espero hasta el día siguiente, y aún no regresaba, preocupada por la tarde decidió asomarse cerca del pueblo de donde pudo observar que en el patio de la casa del chico velaban un difunto, Ella creída que algún familiar había fallecido y que por eso no regresaba continúo esperando en el lugar donde la dejo.
Al caer la tarde, el chico apareció en el lugar de espera con un sombrero negro que le cubría el rostro y muy apurado y molesto le dijo levántate vamos que tenemos mucho por caminar, el sol ya se oculta y la noche es triste para un caminante sin rumbo, la chica molesta le dice como tú no me das ninguna explicación por que te demoraste tanto y yo aquí esperándote de hambre de frio y de sed encima tu vienes molesto y no te dejas ni ver la cara, se acercó y se lo quitó el sombrero quedando ella horrorizada al ver el rostro ensangrentado, de los ojos y la nariz salían gusanos, ella se echó a correr pidiendo auxilio, el alma del chico, le decía no me dejes recuerda que tenemos un juramento, y hoy que ya estoy muerto mi alma no puede descansar en paz y vengo a cumplir con nuestra promesa,
Vengo a llevarte, no me dejes, no me tengas miedo, acompáñame para descansar en paz, y así le perseguía todo el camino por donde la chica corría desesperada, golpeándose al caer, pisando espinas, al llegar al pueblocansada y agonizante le contó lo sucedido a su hermana, pidió y bebió un poco de agua, balbuceo unas palabras incoherentes, suspiró profundamente y murió.
DATOS: MARTINEZ QUISPE, Haydeé
AREA: HISTORIA Y GEOGRAFIA
I.E : Nº5117 “JORGE PORTOCARRERO REBAZA”
VENTANILLA- PACHACUTEC.
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