lunes, 31 de octubre de 2011

AYUDANDO A TOMAR BUENAS DECISIONES

Por: Sandra Ramos Córdova

Salieron temprano del colegio. Se fueron juntas. Eran tres alumnas de 4to. de secundaria. Caminaron por largo rato, y finalmente una de ellas propuso: “¿Por qué no hacemos algo diferente?”. Se quedaron calladas las otras dos. Ella insistió: “Tomemos un vinito, ¿Qué dicen?”. El silencio se entendió como un “sí”. Después de varios intentos, por fin una tienda les vendió lo acordado. Compraron una botella de vino barato. “¿Ahora, dónde la tomamos?”. Claro, como no, había que ser atrevida: “En la casa de tu enamorado, pues”. Para ellas era un día cualquiera. Tomaron vino, ron, sangría… y pasó de todo…
¿Qué ocurre con las adolescentes? ¿Por qué buscan entretenimientos que las ponen en alto riesgo? ¿Por qué es difícil decir que no?

Si nos ponemos a pensar podemos observar cómo buena parte de las conductas de riesgo para la salud y el bienestar propios y de la comunidad son el resultado de decisiones inconscientes en las que las presiones externas pesan más que la propia determinación. Por ejemplo, el consumo de alcohol puede ser resultado de la publicidad, de la presión del grupo de amigos. En todas estas situaciones se consume a causa de una decisión inconsciente, sin reflexión, provocada por la presión exterior. Por eso, es tan importante fomentar la toma de decisiones autónoma. Pero, ¿qué quiere decir eso exactamente?

Aclaremos algunos términos:
- Toma autónoma de decisiones: La persona aprende a pensar por sí misma, a ser crítica y a analizar la realidad de forma racional.
- Toma responsable de decisiones: La persona es consciente de la decisión tomada y acepta sus consecuencias.

La buena toma de decisiones debe cultivarse desde la infancia. El niño con la ayuda de sus padres aprender a elegir. El problema se inicia cuando los padres no fueron guías seguros y firmes para su hijo, en sus primeros años, y lo dejaron hacer lo que quería, sin medir consecuencias. El niño debe entender que cualquier conducta que tenga influye en su entorno.

Por lo tanto, la autonomía se va desarrollando desde la infancia, y a cada edad le corresponde un nivel de autonomía. Durante la infancia muchas decisiones importantes son tomadas por los padres/madres y por otros adultos, pero a partir de la adolescencia las decisiones van siendo cada vez más responsabilidad del joven. En este proceso de aprendizaje también es importante distinguir cuándo no importa ceder ante los deseos de los demás u otras presiones y cuándo es importante seguir los propios criterios.

Ya en la adolescencia, cuando no se enfatizó una razonada y reflexiva toma de decisiones, se pueden cometen muchos errores los que afectaran para siempre el futuro de los adolescentes. La elección de buenos amigos es fundamental. La confianza y lealtad a sus padres es importante. Su entereza para estudiar con entusiasmo es determinante. Los adolescentes deben prepararse para tomar decisiones y este proceso se debe hacer de manera reflexiva, tranquila y con la ayuda de sus padres, los que deben estar preparados para aconsejar y acompañar a su hijo.

PASOS PARA TOMAR DECISIONES Y RESOLVER PROBLEMAS.-

1. Definir el problema.- En este paso hay que procurar responder a la pregunta de ¿Qué es lo que se desea conseguir en esa situación?

2. Buscar alternativas. En este paso es importante pensar en el mayor número de alternativas posibles, ya que cuantas más se nos ocurran, más posibilidades tendremos de escoger la mejor. Es importante evitar dejarnos llevar por lo que hacemos habitualmente o por lo que hacen los demás. Si no se nos ocurren muchas alternativas, pedir la opinión de otras personas nos puede ayudar a ver nuevas posibilidades.
3. Valorar las consecuencias de cada alternativa. Aquí se deben considerar los aspectos positivos y negativos que cada alternativa puede tener, a corto y largo plazo, tanto para nosotros como para otras personas.

4. Elegir la mejor alternativa posible. Una vez que se ha pensado en las alternativas disponibles y en las consecuencias de cada una de ellas, habrá que escoger la más positiva o adecuada.

5. Aplicar la alternativa escogida y comprobar si los resultados son satisfactorios. Una vez elegida la alternativa, deberemos responsabilizarnos de la decisión tomada y ponerla en práctica. Además debemos preocuparnos por evaluar los resultados, con lo que podremos cambiar aquellos aspectos de la situación que todavía no son satisfactorios y además podremos aprender de nuestra experiencia.

Es esencial que tomemos buenas decisiones en los asuntos más importantes de nuestra vida, pues nuestra felicidad depende en gran manera de lo que decidamos.

Bibliografía:

http://www.psicologia-online.com/autoayuda/asertividad/toma_de_decisiones.shtml
http://kozyo.blogspot.com/2009/05/toma-de-decisiones-en-los-adolescentes.html
http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/enfermeria/uv00002/docs_curso/adolescente/imagenes/proyecto%20de%20vida.pdf

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